En uno de estos invernaderos se cultivan tomates...
Las tomateras aparecen alineadas, sujetas con una cuerda a un alambre que está bajo los toldos de plástico...
Su crecimiento es constante, en la parte superior aparecen nuevas flores mientras en la inferior van madurando los frutos...
¡No hay tierra! sólo una pequeña bolsa que contiene arena volcánica y que recibe por el goteo los nutrientes adecuados.
La polinización de estas flores la realizan unos abejorros que viven en los invernaderos y también hay algunos aliados (arañas, sobretodo) que controlan pulgones y otros insectos dañinos.
Cuando los frutos alcanzan un grado de maduración adecuado se recolectan, envasan y ¡a la subasta!...
El tema de los invernaderos ha creado algún problema entre los agricultores, distribuidores y ecologistas... no entro en ello y sólo os muestro una parte del proceso productivo de:
¡Un tomate de invernadero!